El gobierno de Javier Milei señaló que ha detectado "gastos innecesarios" en Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) por un total de U$S4.800 millones durante la administración anterior.
Así lo declaró el vocero de Milei, Manuel Adorni, en su conferencia de prensa habitual. "La empresa no se dedicó a brindar un servicio de calidad, sino que se convirtió en una plataforma de campaña para los funcionarios de la gestión pasada", afirmó.
Adorni detalló que de los U$S200 millones asignados a obras, el 25% se destinó a proyectos en Tigre y Malvinas Argentinas. También denunció la compra de un edificio en la calle Tucumán por U$S31,6 millones, además de U$S9,6 millones en reparaciones para ese inmueble.
En su exposición, el vocero destacó las irregularidades encontradas: "De los 200 millones destinados a obras, una parte significativa se usó en distritos políticamente alineados con el gobierno anterior, como el triatlón Iron Man y el torneo de tenis ATP Challenger en Tigre", agregó, subrayando que AySA gastó U$S1,3 millón en patrocinios entre 2022 y 2023.
Además, Adorni criticó la compra de 613 camionetas Renault Kangoo por un total de U$S25,7, lo que representa un costo de U$S42.000 por vehículo, tres veces su valor de mercado en ese momento. También acusó al área de comunicación de la empresa de destinar recursos a cuentas ajenas al ente estatal y de favorecer a dirigentes del Frente Renovador.
Respecto de un posible proceso judicial contra Malena Galmarini, la ex presidenta de AySA, Adorni indicó que cualquier presunción de corrupción que cuente con suficientes elementos será judicializada, consignó el diario "Ámbito".
En cuanto a la privatización de AySA, el gobierno está considerando desprenderse de parte de las acciones de la empresa estatal, de la que actualmente el 90% pertenece al Gobierno nacional y el 10% al personal.
Esta estrategia podría incluir una licitación pública nacional e internacional para la venta del 100% de las acciones, similar a la reciente privatización de Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA (Impsa).
Otra opción que se baraja es la salida a Bolsa en marzo de 2025, permitiendo que el mercado financiero fije el valor de la compañía, que ha acumulado pérdidas de $70.000 millones en lo que va del año y cuenta con más de 7.000 empleados.